Juan de Cavallón

En la entrada de hoy os hablaremos un poco de otro de los castilleros que ha dejado su nombre marcado en la historia.
¿Sabíais que en 1561 se fundó por los españoles la primera ciudad en Costa Rica, y con el nombre de Castillo de Garcimuñoz?

Bien, eso se lo debemos a uno de nuestros insignes castilleros.
Tras el descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón, Castilla se lanzó a una empresa titánica para aquella época, que fue la conquista del nuevo continente. Para ello se necesitaba de ingentes cantidades de personas, personas intrépidas y dispuestas para la aventura. Personas con la ilusión de hacer fortuna y ganarse la vida mejor de lo que lo hacían en Castilla.
Con esta ilusión se embarcó en la empresa mucha gente. De todas las localidades de España partió gente de diferente condición y entre ellos, varios castilleros, algunos de los cuales labraron su nombre en un pedacito de la historia.
Como nuestro personaje de hoy, que, aunque a nosotros no nos suene mucho, para los costarricenses es uno de los fundadores de su identidad nacional. U otros castilleros como los Avendaños, que también se labraron un futuro en América (les dedicaremos una entrada pronto) o nuestro paisano conquense Alonso de Ojeda.

Pero hoy hablamos de, Juan de Cavallón y Arboleda.

Cuando éramos niños, en Castillo de Garcimuñoz, jugábamos en un caserón abandonado de la callé del Pozo. Era una casa de piedra labrada. Aún me acuerdo del arco de su portada y aunque ya no poseía el escudo, lo tuvo en su tiempo. Aquella casa, me comentaba siempre el cura Don Teodoro, era la casa donde nació nuestro personaje de hoy. El caserón ya no existe, su solar lo ocupan actualmente una casa de nueva planta, un solar sin construir y una cochera, y en su tiempo debió ser más grande. Para que los castilleros la localicéis, estaba situada al lado del bar de Santos.
De nuestro personaje no tenemos un estudio de su biografía. La poca documentación de que disponemos, se debe a historiadores Costarricenses y solamente de los años que pasó en América.
Tras la lectura del libro “GARCIMUÑOZ, la ciudad que nunca murió” del historiador costarricense Carlos Molina Montes de Oca, y otros estudios como “La misteriosa ciudad de Castillo de Garci-Muñoz” (Revista de los Archivos Nacionales de Costa Rica. Nos. 9. 10. San Jose. Costa Rica. 1940) de Ricardo Jinesta, me decidí a que los castilleros conocierais, un poco más, a este paisano del siglo XVI.

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A pesar de la poca información que existe, nos podemos hacer una idea de cómo fue su vida, al menos durante los años que dedicó a la conquista de lo que actualmente es Costa Rica.

Comenzamos.

INFANCIA Y JUVENTUD

Bien. Nos encontramos en 1524, los Reyes Católicos habían muerto y en España reinaba su nieto Carlos I (Carlos V), debido a la “imposibilidad” de reinar de su madre, Juana I de Castilla “La Loca”.

El reino se iba pacificando tras la finalización de la guerra de las comunidades de Castilla.

En el Castillo, tras permitir los Reyes Católicos que lo recuperara, el señor de la Villa era Diego Lopez Pacheco, marqués de Villena. Uno de los mayores damnificados tras su apoyo a la princesa Juana “La Beltraneja”, en su disputa contra los que le usurparon el trono, que a la postre fueron los “Reyes Católicos”, tras perder la guerra que los enfrentó.

El Castillo en esta época había alcanzado su mayor esplendor, aportando muchos nombres a la cultura, la política y al campo militar, en la España del siglo XV y XVI. Aunque a partir de estas épocas empezó a decaer poco a poco.

En este contexto nació, posiblemente en la casa que os comenté, Juan de Cavallón y Arboleda, en el seno de una familia hidalga de abolengo, siendo sus padres Diego Cavallón y Catalina de Arboleda.

Se licenció en Derecho (no tengo constancia en qué universidad), por lo que en todos los documentos se le trataba de “Licenciado Juan de Cavallón”.

SALTO A AMÉRICA

Tras su infancia en el Castillo y tras acabar sus estudios de derecho, seducido, como tantos otros, por las historias y leyendas de América y el sueño del oro, embarcó en 1549 con 25 años, rumbo a Honduras de la mano del gobernador Juan Pérez de Cabrera, encargado de la conquista de Costa Rica.

La vida en América era toda una aventura, no había nada fácil, la conquista de las nuevas tierras no siempre era pacífica, y no solo por la belicosidad de los naturales, sino también por las rencillas y pleitos entre los conquistadores. Cavallón fue un gran militar y destacó en algunas de las batallas que se libraron, contra los indígenas, o entre los propios conquistadores, como la de Taguzgalpa, Nacaome y Lacandón.

EL HOMBRE DE LA AUDIENCIA

La verdad es que en estos primeros tiempos en América, el sueño americano en la persona de Juan de Cavallón se cumplía, su ascenso social fue fulgurante. Gracias a su valía, además de su licenciatura, que en aquellos años confería un estatus intelectual muy superior, en 1550, un año después de arribar a América, ya era lugarteniente de la justicia en el puerto de Trujillo (Honduras).

Tras retirar el rey a Juan Pérez de Cabrera del cargo de gobernador, al afirmar este que emplearía la violencia para realizar la conquista, Cavallón abandona Honduras y se las arregla para pasar a Guatemala.

Allí entró al servicio de la Real Audiencia de Guatemala, fue nombrado “Oydor” de la misma, un importantísimo cargo. Cavallón sería, posiblemente, el funcionario más joven de la audiencia de Guatemala, cuando accedió a este cargo solamente contaba con 29 años. Y posteriormente en 1553 el rey Carlos I nombra a Cavallón, Alcalde Mayor de Nicaragua.

Se casó en la ciudad de Santiago de Guatemala con Leonor de Barahona y Escobar, hija del conquistador Sancho de Barahona, compañero de Hernán Cortés en la conquista de México. El casarse con la hija del, probablemente, señor más poderoso e influyente del lugar, indica que Juan de Cavallón estaba ya muy reconocido en su estatus social.

De este matrimonio nació una niña llamada Ángela de Cavallón y Barahona.

Y así fué transcurriendo la vida de Juan.

Tras las “leyes nuevas reales”, que reafirmaban los derechos de los naturales, impedían la “esclavitud” y las encomiendas de indígenas, varios colonos se sublevaron, viendo que perdían mano de obra barata. Entre estos sublevados se encontraba Juan Gaitán. Este tenía guardado rencor hacia Juan de Cavallón debido al castigo que le impuso Cavallón en un juicio por una falta que había cometido Gaitán.

Juan Gaitán saqueó San Miguel en el actual El Salvador, Jerez (hoy Choluteca en Honduras) y las minas de Juan de Ávila, y marchó contra la ciudad de León en Nicaragua el último día de Pascua de 1554, para vengarse de su enemigo y odiado Alcalde Mayor de Nicaragua, Juan de Cavallón.

Avisado Juan de Cavallón del ataque de Juan Gaitán, mandó que los barcos del puerto salieran a mar abierto para evitar que cayeran en manos de los sublevados y dispuso la ciudad para su defensa. En la batalla que se desarrolló en las calles de León, Juan de Cavallón derrota a los sublevados, apresa a Juan Gaitán y lo ejecuta por ahorcamiento junto a sus oficiales. De esta batalla Juan de Cavallón salió malherido en un muslo y en la cabeza.

PlanoTIEMPO DE CONQUISTA

La actual Costa Rica era el único territorio que quedaba por descubrir y poblar de América Central, este territorio separaba las tierras del sur, Panamá (Castilla del Oro) y las del norte, Nicaragua, teniendo que hacer el viaje entre estas tierras por mar, siendo el mismo muy peligroso.

Dentro de la Audiencia de Guatemala se estaba gestionando el proyecto de conquista de este territorio inexplorado y, parece que dentro de la misma, el hombre elegido para realizar dicho proyecto era Juan de Cavallón.

Tras la batalla de León y el sofoco de la rebelión a Juan de Cavallón se le ofreció un prestigioso puesto de “Oydor” en la Audiencia de Nueva Galicia en México, pero no lo aceptó, tal vez ya con vistas a cumplir su proyecto de descubrimiento y repoblación del único territorio que quedaba sin conquistar.

En 1559 la Corona había firmado en España unas capitulaciones con el Licenciado Alonso Ortiz de Elgueta, para que se hiciera cargo de la empresa conquistadora de Costa Rica pero por razones desconocidas dicha empresa no pasó del papel.

El beneficiario más directo de esta Capitulación fue el Licenciado Cavallón, quien por mandato de la Audiencia de Guatemala, sí pondría en marcha la empresa que finalmente daría realidad a lo que antes de él era solo una quimera.

PUESTA EN MARCHA

“Solicita poder hacer la empresa de poblar y descubrir dicha tierra y provincia de Nuevo Cartago y Costa Rica, desde la dicha provincia de Nicaragua”

La Audiencia de Guatemala confirió tal poder el 30 de enero de 1560, en la ciudad de Guatemala, indicando a Cavallón que una vez fuera nombrado Alcalde Mayor de Costa Rica, dejaría el cargo de Alcalde Mayor de Nicaragua.

En dicho poder Juan de Cavallón es informado del respeto que debe tener hacia los indígenas en la conquista y catolizarlos solo a través de la persuasión, y que no podía repartir indígenas en encomienda, de acuerdo con las “leyes nuevas” y, así se hizo en Costa Rica, al menos hasta su marcha.

Juan de Cavallón no tenía suficiente dinero para afrontar la empresa y encuentra como socio para aportar el dinero y los recursos al Padre Juan de Estrada Rávago, fraile de la orden de San Francisco, natural de Guadalajara, quien si volvía a España, debía devolver los dineros ganados en el nuevo mundo y que no encontró mejor manera de no hacerlo.

También persuadió a sus cuñados para que se le uniesen, Sancho de Barahona que era encomendero de Atitlán y que desempeñó el cargo de lugarteniente de general en la empresa y Juan de Barahona, que desempeñó el cargo de tesorero.

También persuadió para que los acompañase a Ignacio Cota, un hijo del “Oydor” de la Audiencia de Guatemala, que aportó alrededor de diez soldados, armas y caballos y tuvo el cargo de Alférez General, Factor y Veedor. Además tuvo el apoyo de otros importantes ciudadanos.

El 22 de septiembre 1560, en la ciudad de León, ante el escribano público Pedro Padilla, se redacta el poder e instrucciones de la conquista entre Cavallón y el Padre Juan de Estrada Rávago, explicando cómo entrar a Costa Rica.

El padre Estrada lo haría por mar, en el Atlántico, y Cavallón por tierra por la vertiente del Pacífico.

MapaRuta de Cavallón

Ruta de Cavallón y Estrada con las tribus indígenas

 

El plan era que Juan de Estrada debía partir de la ciudad de Granada, embarcándose en el lago de Nicaragua y proseguir por la vía del “Desaguadero” (río San Juan) y salir al Mar Caribe y de allí navegar hacia el sureste, hasta hallar la bahía del Almirante o San Jerónimo y posteriormente entrar en Costa Rica y fundar una ciudad a la que debía llamar Castillo de Austria. Esta parte de la expedición partió en octubre de 1560.

Unas semanas más tarde partiría Cavallón por tierra, por la vertiente del Pacífico con más gente y ganado vacuno, caballar y porcino que darían la oportunidad de iniciar la colonización. Con Juan de Cavallón entraron en Costa Rica, los tres tipos de ganados, además de introducir el cultivo del trigo.

Expedición

LA EXPEDICIÓN

El primer contingente expedicionario pasó de Guatemala a León donde reclutó más gente. Se incorporan a la expedición personas importantes como Antonio Álvarez Pereira, que llegaría a ser Sargento Mayor, Pedro Alonso Cano, que sería Alcalde ordinario y Juan Gallego y Miguel de Guido, quien sería Teniente de gobernador. En total unos 91 españoles.

En los primeros días de enero de 1561, partieron de León. El primer objetivo era llegar a Chomes, último lugar sometido por los españoles desde Nicoya.

En febrero de 1561 Juan de Cavallón escribe al rey indicándole que estaba a punto de adentrarse en Costa Rica indicando igualmente la belicosidad de los indígenas.

Creó cuatro escuadras formadas por 20 soldados cada una, para que se internaran por orden en el territorio, cada una por separado, y al mando de estas a cada uno de los siguientes Capitanes: Miguel Sanchez de Guido que abría camino y atendía al sustento de la tropa, Antonio Álvarez Peréira “el lusitano” que estaba al cargo de la seguridad y entraba en acción cuando era necesario, Juan Gallego encargado de explorar la ruta con el apoyo de los indios Chorotegas y la de Ignacio Cota que estaba junto a Cavallón.

Cavallón escribía así al obispo Carrasco de Nicaragua, desde Chomes en febrero de 1561:

«…que estaba a punto de entrar en la tierra de guerra y que avía grandes nuevas de la riqueza de la tierra, y que los huetares, que son los primeros yndios de guerra que convidaba con la paz, aunque de esto no hay seguridad, podrá ser que Dios ponga su mano y los convierta».

Inmediatamente se adentraron en el territorio y en la primera jornada establecieron el Real de la Ceniza, ubicado en el río Machuca antes de su confluencia con el Jesús María.

Desde allí parten expediciones que descubren el valle de la Cruz y el de Landecho, para seguir luego por el curso medio y superior del Río Grande de Tárcoles.

Una vez en el Valle central, Cavallón rehúye la lucha contra la mesnada del cacique Garabito que le cierra el paso en el Valle de la Cruz y busca otra opción en los dominios del cacique Coyoche.

CASTILLO DE GARCIMUÑOZ

En marzo de 1561, en la zona occidental del actual valle Central, Juan Cavallón funda la ciudad llamada Castillo de Garcimuñoz, en honor a su, y nuestro pueblo, entre los ríos Damas y Tiribí (según los actuales historiadores la localización se correspondería con el parque central de la actual Desamparados en San José).

En estos días 17 de mayo de 1561, Cavallón es nombrado Alcalde Mayor de Costa Rica. Con jurisdicción «desde los límites del pueblo de Nicoya de la dicha provincia de Nicaragua, en adelante…hasta…lo que de aqui adelante descubriéredes«. La primera vez que se nombraba un cargo para la nueva provincia de Costa Rica.

MapaRutas de Conquistadores

Una vez asentados en la nueva ciudad, se crea su cabildo y desde ella parten todas las escuadras para descubrir y colonizar Costa Rica.

Se escribe en y de Castillo de Garcimuñoz “Muy buenos puertos, ansi por la vanda del Norte como del Sur, en parajes e partes convenientes para el viaje del Pirú, e que desde ellos la navegación de Lima será mejor e más breve por estar Norte Sur e al Nordeste. E mediante Dios por la tierra se descubrirán caminos muy buenos por tener apariencia dellos, por donde cesen los gastos e muertes que causa Nombre de Dios e viaje de allí a Panamá, tan costoso e trabaxoso.”

Uno de los objetivos de la conquista de Costa Rica era unir los territorios americanos del Sur con los del Norte por tierra, que hasta entonces solo podía hacerse por mar y Castillo de Garcimuñoz sería el punto central del camino.

Os transcribo las palabras de uno de los historiadores más importantes de Costa Rica, Carlos Meléndez Cháverri, que dejan clara la relevancia de Juan de Cavallón y Castillo de Garcimuñoz en la creación de la identidad nacional de Costa Rica:

“El hecho más importante de la empresa de Cavallón, es, sin lugar a dudas, la fundación de la ciudad del Castillo de Garcimuñoz. Es sobresaliente porque el establecimiento de esta población en el Valle Intermontano Central señala el comienzo de una época cuya proyección llega hasta el presente. En efecto, con el establecimiento de la nueva ciudad, surge un nuevo espíritu y una etapa de la historia de Costa Rica empieza a perfilarse. Las características de ella pueden llamarse de formación de contornos de nuestra nacionalidad. De ahí la necesidad en que estamos de ahondar sobre este aspecto que se nos muestra clave dentro del proceso nacional.”

Tal es este reconocimiento en Costa Rica hacia nuestro castillero, que en 1941, con un dibujo del pintor Tomás Povedano, la república de Costa Rica crea un billete de 20 colones en honor a Juan de Cavallón.

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La vida en Castillo de Garcimuñoz

Como hemos dicho, desde Castillo de Garcimuñoz partían las escuadras encargadas de descubrir y conquistar las tierras. Estas tareas no fueron nada fáciles por la belicosidad de los indígenas que vendieron muy cara la invasión de sus tierras, pero que debido a la mayor tecnología militar de los invasores, esta defensa estaba avocada al fracaso.

En una de estas incursiones, parte una escuadra al mando de Antonio Álvarez Pereira hacia Pacaca, en donde tras una batalla con los indígenas, apresó al cacique Coquiba, el cual fue trasladado a Castillo de Garcimuñoz y con ello se logró la rendición de su territorio. Igualmente fue pasando con las tierras y caciques cercanos. Al descubrirse el Valle de Coychi se apresó a su cacique principal Coochí, con lo que igualmente lograron vasallaje de su territorio.

Posteriormente también se apresó al cacique Quicarco, hermano del cacique Coquiba aunque este logró huir de Castillo de Garcimuñoz.

La conquista no fue fácil, y empeoró a la hora de entrar en el Valle de Garabito, donde gobernaba el cacique Garavito. Este cacique ya conocía a los españoles. El nombre con que lo conocían pertenecía a otro explorador anterior que ya lo sufrió, Andrés Garavito, del que tomó el nombre, tal vez en un bautismo.

El cacique indígena era audaz y atrevido, atacando a los españoles a través de emboscadas y luego desapareciendo en la espesura de las selvas. Juan de Cavallón lo consideraba el mejor y más terrible de sus enemigos indígenas.

Cavallón se obsesionó con él, pero por más que lanzaba a los soldados en su búsqueda para capturarlo, nunca pudo dar con él, nunca se consiguió su captura, ni victoria sobre él y sus súbditos.

Alguna vez los españoles creyeron haber atrapado al cacique, pero en realidad eran súbditos figurantes que se hacían pasar por él, que enviaba el propio Garavito. Lo máximo que lograron fue capturar a una de sus mujeres principales llamada Cacica.

En el 18 de abril de 1561 tenemos el relato de uno de estos encuentros. Unos 25 españoles al mando del Capitán Miguel Sánchez de Guido, habían salido de Castillo de Garcimuñoz en busca de maíz y habían sido emboscados y cercados por los indígenas. Fueron rescatados in-extremis gracias al auxilio de la escuadra del Capitán Antonio Álvarez Pereira que salió a rescatarlos, justo cuando los españoles estaban a punto de perecer, e incluso dos de ellos Juan López Izquierdo y Cristóbal de Obregó ya estaban capturados por los indígenas y dispuestos a su ejecución.

LA GRAN DECEPCIÓN

El 30 de Abril de 1561 tras haber sido nombrado Juan de Cavallón Alcalde Mayor de Costa Rica, la Audiencia de Guatemala le sustituye en la Alcaldía Mayor de Nicaragua por Juan Vázquez de Coronado, que a la postre, cuando Cavallón se retiró de Costa Rica, sería el encargado de continuar con la conquista.

La conquista estaba siendo fatigosa y difícil, las penurias eran grandes, a la mayoría de los expedicionarios más importantes solo les mantenía la ilusión por las riquezas que les esperaban en el este. Aunque la belicosidad, sobre todo de Garavito, no les permitía avanzar.

Cavallón esperaba que su socio Juan Estrada llegara a Garcimuñoz, como habían planeado, por el este, abriendo un camino entre Castillo de Garcimuñoz y la ciudad que este debía fundar en la costa Atlántica, Castillo de Austria. Pero como el clérigo se retrasaba y la necesidad de más personas para la exploración y avance se hacía imperiosa dispone entonces enviar a Nicaragua por más gente, comisionando en esta tarea a su cuñado Sancho de Barahona, el cual parte de inmediato.

Llegando Sancho a Nicaragua, se encontró con la sorpresa de que el Padre Estrada había abandonado la empresa que se le encomendó y retornado con toda su gente, puesto que debido a la belicosidad de los naturales de la costa atlántica había fracasado en su parte del plan de conquista y se disponía a pasar con una treintena de soldados, caballos y armas a unirse a Cavallón en el Castillo de Garcimuñoz.

Juntos volvieron a Castillo de Garcimuñoz y aunque con las personas y animales y demás enseres que trajeron aliviaron y mejoraron la vida en Castillo de Garcimuñoz (aunque seguían siendo insuficientes), debido a la no consecución del objetivo por parte del clérigo, produjo el desánimo y desaliento en la joven ciudad, especialmente en Juan de Cavallón, sobre todo por las expectativas de riquezas previstas en la bahía del Almirante, donde debía estar fundada Castillo de Austria, tan necesarias para la continuidad de la empresa.

Cavallón fundo dos ciudades más, además de Castillo de Garcimuñoz, Villa de los Reyes y Puerto Landecho, en honor del Presidente de la Audiencia de Guatemala Juan Martinez de Landecho, que junto a Castillo de Garcimuñoz debían unirse con la que debía haber fundado el Padre Estrada en la vertiente atlántica, Castillo de Austria, en una ruta que uniera los dos océanos.

EL ABANDONO

La salida posible para la empresa era encontrar oro en los territorios dominados, pero la carencia de suficiente gente fue una barrera insalvable para Cavallón.

Pese a que la llegada a Castillo de Garcimuñoz del Fraile Estrada Rávago alivió algunas de las necesidades de la conquista de Cavallón, no se resolvió el problema principal que era la necesidad de mayor número de gente para llevar a cabo el proceso exploratorio, que podía conducir eventualmente a encontrar oro para suplir las necesidades materiales en que se encontraban.

Según pasaba el tiempo se iba produciendo un endeudamiento que no se veía que fuera a solucionarse, y más, cuando recayó sobre Castillo de Garcimuñoz todo el papel relevante en la conquista, sin contar con recursos para ello.

A todo el desánimo generado por la noticia del fracaso del Padre Estrada, se le unió que el 28 de abril 1561, Felipe II, a petición de la Audiencia de Guatemala, quienes conociendo la valía de Cavallón (y posiblemente para ayudarlo) le pidieron que aceptara el cargo de “Oydor” en la propia Audiencia, lo nombra fiscal de la Audiencia de Guatemala, un importante cargo al que era difícil renunciar.

Con todos estos sinsabores, el problema de la deuda contraída y la oferta del puesto en la Audiencia de Guatemala, Juan de Cavallón decide abandonar la empresa de la conquista, dejándola en manos de sus capitanes y aceptar el cargo de “Oydor” de la Audiencia.

No le debió haber sido fácil tomar la decisión de abandonar una empresa en la cual había puesto tanto empeño, tanto esfuerzo y recursos, pero que asimismo le reportó muchos sinsabores y pocos beneficios.

En enero de 1562 vuelve a Guatemala con su familia, reconociendo el mismo que, había adquirido una deuda de 9.000 pesos en oro.

Para no debilitar aún más la guarnición, decidió hacer el viaje de regreso sólo, hecho que trascendió por los valles y pueblos indígenas, pero se lo impidieron sus capitanes que lo acompañaron, con lo que al fin y al cabo le salvaron la vida, puesto que el cacique Garavito enterado del viaje en solitario de Juan de Cavallón le había preparado una emboscada en el camino de Castillo de Garcimuñoz a Landecho a la que entre todos hicieron frente.

Y con este último acto abandona su faceta de conquistador.

VUELVE EL HOMBRE DE LA AUDIENCIA Y MUERTE

A pesar de todo esto el 9 de marzo 1562, el cabildo de la ciudad del Castillo de Garcimuñoz, de la provincia de Cartago y Costa Rica, “solicita se le conceda esta gobernación al Lcdo. Juan de Cavallón por sus méritos en las poblaciones de esta ciudad, y en las villas de los Reyes y del Castillo de Austria. Suplica se nombre obispo de este nuevo obispado a Juan de Estrada, en consideración a los méritos contraídos como clérigo en esa provincia.”

El 2 de abril de 1562 Juan Vázquez de Coronado sustituye al Licenciado Juan de Cavallón como Alcalde Mayor de Nuevo Cartago y Costa Rica, tomando las riendas de la conquista.

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El disgusto del Padre Estrada por el abandono de Juan de Cavallón está documentada en las siguientes palabras: ”el dicho licenciado Cavallón , haciéndole S.M. merced de la Plaza de Fiscal de la audiencia de México, me dejó en la dicha provincia de Costa Rica con las manos en la maza y se fue a gozar de la dicha merced…”

El 25 de octubre de 1562 Juan de Cavallón es nombrado Fiscal de la más importante Audiencia de México.

En el cargo de fiscal de la Audiencia de México se encontraba Juan de Cavallón, cuando debido a una enfermedad, murió prematuramente en diciembre de 1565 a los 41 años de edad.

LA CIUDAD QUE NUNCA MURIO

En relación a la ciudad de Castillo de Garcimuñoz. El 20 de noviembre de 1562 llega a Castillo de Garcimuñoz Juan Vázquez de Coronado donde toma posesión del cargo de Alcalde Mayor de Cartago y Costa Rica.

Un año más tarde, aunque Vázquez de Coronado parece que estaba en contra, un grupo de las personas más principales de Castillo de Garcimuñoz, guiados por la fiebre del oro y las riquezas rápidas, deciden trasladase a otra parte dentro del valle del Guarco lo cual consiguen, obligando a la mayoría de sus habitantes al traslado, y fundan la ciudad con el nombre de Cartago (Ciudad del Lodo) (esta ciudad cambió de lugar otras dos veces hasta su emplazamiento actual), ciudad cuyo germen fundacional parte de Castillo de Garcimuñoz, ciudad que fue la capital del país, hasta hace poco tiempo.

Con el traslado de las personas más importantes (cabildo, etc) de Castillo de Garcimuñoz, más interesadas en ir más al este en busca de las fuentes auríferas (en Castillo de Garcimuñoz quedaron las personas más interesadas en arraigarse en la tierra), Cartago quitó la preponderancia política a Castillo.

Pero con el paso del tiempo, en el área de la ubicación en la que se encontraba Castillo de Garcimuñoz y otra ciudad, la ciudad de la Matarredonda, se comenzó a formar una nueva ciudad, que con el espíritu de los habitantes del antiguo Valle de Garcimuñoz, y apoyado con el cultivo y estanco del tabaco, empezó a tomar el control económico y posteriormente político, esta ciudad es San Jose, actual capital de Costa Rica.

Según se lee en el libro de Carlos Molina Montes de Oca, Castillo de Garcimuñoz, tanto por su ubicación, con la municipalidad de Desamparados en San Jose, como por ser el germen de las ciudades de Cartago y sobre todo San José (junto con la ciudad de Matarredonda), es por lo que, aunque perdió el nombre, “Garcimuñoz, nunca murió”.

Localización actual de Castillo de Garcimuñoz en Costa Rica.

La localización de la Antigua ciudad de Castillo de Garcimuñoz, según los historiadores costarricenses, se encuentra en lo que hoy es el Parque Central de la municipalidad de Desamparados en San José.

Imagenes actuales de la localización.

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Debido a todo esto que hemos leído, debíamos reconocer a este castillero, promocionando, por ejemplo, la creación de una especie de hermanamiento con la ciudad de San Jose, Desamparados y Cartago en Costa Rica. Aunque estas sean grandes ciudades, en nuestro pequeño pueblo comenzó su historia.

 

Gerardo Valero Marquina.

 

Lista de algunos que acompañaron a Juan de Cavallón en el inicio de la conquista del valle central de Costa Rica, cuyos apellidos son los precursores de la genealogía costarricense:

 

Padre Juan de Estrada Rávago. Socio de Cavallón. Tras la partida de Cavallón fue Teniente de alcalde mayor. Natural de Guadalajara.

Capitán Don Antonio Alvarez Pereira. Mano derecha de Cavallón. Natural de Portugal.

Ignacio Cota. Alférez general. Tras su marcha, Cavallón delegó los asuntos de guerra en sus manos.

Juan Vázquez de Coronado. Fue quien tomó el relevo de Cavallón.

Juan de Barahona. Cuñado de Cavallón. Tesorero.

Pedro de Barahona. Cuñado de Cavallón.

Sancho de Barahona. Cuñado de Cavallón. Lugarteniente general en Cartago.

Luis Días Trejo. Regidor de Cartago en 1572.

Diego de Trejo. En 1567 alcalde ordinario de Cartago.

Lucas de Escobar. Interprete.

Francisco de Estrada. Murió en combate con los indios posteriormente a la partida de Cavallón.

Juan Gallegos. Uno de los principales tenientes de Cavallón.

Fray Cristóbal de Gaytan. Pertenecía a la orden de la Merced. Capellán.

Juan Gonzalez de Badajoz. Formó parte del primer cabildo de Castillo de Garcimuñoz.

Hernán Gutiérrez. Era carpintero.

Alonso Hernandez de Guido. En 1568 era regidor en Cartago.

Juan Illanes de Castro. Lo dejó Cavallón como teniente de Justicia de Castillo de Garcimuñoz. Formó parte del primer cabildo de la ciudad en calidad de alcalde ordinario. A sus empeños se debió el traslado de la ciudad al valle del Guarco (Cartago) y claro está la pérdida del nombre.

Francisco Juárez de Grado. Formó parte del primer cabildo de Castillo de Garcimuñoz.

Juan Ordoñez del Castillo. En 1564 formaba parte del Cabildo de la Villa de los Reyes.

Licenciado Antonio de Olivera. Era cirujano. En 1568 era alcalde de la Santa Hermandad en Cartago.

Pedro Alonso Cano. Regidor de Castillo de Garcimuñoz y posteriormente alcalde de Cartago.

Esteban de Mena. Fue en 1572 alcalde ordinario de la ciudad de Aranjuez.

Francisco Ruano. Escribano.

Miguel Sánchez de Guido. Alcalde ordinario de Castillo de Garcimuñoz. Posteriormente fue teniente de Costa Rica.

Juan Solano. Regidor de Castillo de Garcimuñoz. Fue primer alcalde de la Santa Hermandad de Cartago. En 1573 fue nombrado gobernador interino de Costa Rica.

Jerónimo de Villegas. Proveedor de la armada.

Juan de Zamora. Era adinerado y suministró crédito para la empresa.

Pedro de Balmaceda. En 1568 regidor de la ciudad de Cartago.

Juan Sánchez. Herrero.

Jerónimo de Barros. En 1566 era tesorero de la provincia.

Alonso de Anguciana de Gamboa. Alférez mayor y tesorero. Formaba parte del primer cabildo del Castillo de Garcimuñoz en calidad de regidor, y posteriormente primer alcalde ordinario de Cartago y en 1574 gobernador interino de la provincia.

(Nombre iligible) Mérida. Maestre de campo.

Juan Lopez Izquierdo y Cristóbal de Obregó. Los dos que fueron rescatados milagrosamente en el encuentro con los indígenas del 18 de abril de 1561 cuando ya habían sido apresados.

Francisco Galindo.

Lucas Gallo.

Francisco Ginovés.

Alonso Guillén.

Alonso Gutiérrez Sibaja.

Domingo Hernandez.

Juan Mejía.

Perafan de Rivera.

Artieda y Chirino.

Fernando de la Cueva.

Bernal Díaz del Castillo.

Miguel de Olivares.

Francisco de Olivares.

Juan de Cárdenas.

Gonzalo de Carmona.

Diego Caro de Mesa.

Alonso Caro de Vargas.

Juan Mejía.

Antonio de Melo.

Luis Angel Morales.

Alonso Pérez Farfán.

Miguel Pérez de Oyarzu.

Pedro de Salas.

Benito Román.

Diego Barrera.

Diego Quintero.

Cristóbal de Quiñones.

Luis González de Estrada.

Bernabé Mejía.

Lucas Castellón.

Juan de Velasco.